domingo, 24 de marzo de 2013

"Hasta aqui" es solo otro principio.

Desde hace un tiempo le he dado vueltas al tema de las limitaciones. Siempre he creído a pie juntillas aquello de que no hay límites, que no hay nada imposible (A menos que nos pongamos en el plan subnormaloide o hiper-freak de: "Es imposible volar como Goku y hacer la kame hame ha").

Pero lo cierto es que los límites están en todas partes de infinitas de maneras. Existen y, con los pies en el suelo, eso es innegable por muy idealistas que queramos ser. Es mas, los límites existen porque deben existir, porque los necesitamos
 No me he vuelto un aprendiz de dictador, ni estoy forjando un argumento para justificar una imposición de límites por parte de los que creen (En realidad solo pueden poner los límites que les permitimos) que tienen el poder de hacerlo de una manera u otra.

El problema es la palabra límite.

http://www.wordreference.com/definicion/l%C3%ADmite

Los límites no son absolutos, aunque el diccionario diga lo contrario. Seria mejor usar la palabra meta.

 http://www.wordreference.com/definicion/meta

Los límites son metas a la espera de ser superados. En ese momento aparecen nuevos límites, nuevas metas, que ni imaginabamos. Cada uno elige las suyas porque los únicos límites que tenemos son los que nosotros elegimos tener.

Como en el estudio de la cinética solo se puede avanzar cuando existe una fuerza que nos lo intente impedir. Con el tiempo me he dado cuenta de que la mayoría de principios de la física, tanto clásica como cuántica, se pueden aplicar en los aspectos mas corrientes de la vida.

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