La situación de Korea del norte me ha dado que pensar últimamente. Tras muchas vueltas intentando entender el sentido y las motivaciones de una sociedad militarizada he llegado a una conclusión. La guerra no es para valientes, es para cobardes. Lo digo en el sentido en que aquel que prefiere la guerra a la paz, lo hace únicamente por cobardía.
La guerra es el hogar de los cobardes. Un lugar donde los que no quieren afrontar todas las posibilidades de la paz se sienten a gusto. En la guerra solo hay 3 opciones: Matar, ayudar a matar o morir. Colectivos que trabajan al 100% para generar destrucción; consumiendo durante el proceso recursos humanos y naturales a velocidades dignas de extinción.
No hay que tomar decisiones vitales pues la única función del individuo en la sociedad es participar en la guerra directa o indirectamente.
Es otra manera de huir de la libertad, igual que dejarse absorber por las modas, ideologías, etc.