domingo, 10 de febrero de 2013

Solo son objetos

El culto a las posesiones materiales me preocupa y mucho. Voy a hablar desde mi propia experiencia vital, como no puedo hacer de otra manera si quiero hablar con fundamento. A mi me encantan los coches y la música. Como a muchas otras personas también me gusta mucho el cine, la literatura, los videojuegos y alguna que otra cosa. Pero las que mas me definen son los coches y la música y de ellas dos voy a usar los coches ya que la música no es una pertenencia material de nadie.

Las pocas ocasiones en mi vida que he estado cara a cara con auténticos deportivos con pedigree los he devorado con la mirada como un devoto del arte ante una escultura. Observo minuciosamente cada detalle con una sonrisa de ilusión en la cara (De las que te hacen parecer menos inteligente) y pienso en sus cualidades tecnicas, su funcionamiento y me imagino disfrutándolo. Podría llenar incontables (No tantos) bytes de información escribiendo con pasión sobre mi romanticismo con los coches, la competición y su historia, pero al final solo son coches. Están hechos en una fabrica igual casi todos los objetos que nos rodean en nuestra vida cotidiana. Y todos ellos solo son objetos.

Se pueden fabricar muchos mas iguales, se pueden romper, reparar y modificar. Además la mayoría de ellos son lujos o necesidades creadas por la sociedad, no responden a necesidades vitales. Esto no es nada malo pero hay que tenerlo claro: podemos vivir perfectamente sin coches, exprimidores automáticos, ordenadores, móviles, televisiones... Y de hecho se hacia. Son pequeños lujos que, como todo lujo, esta destinado a hacerte la vida mas cómoda o responder a necesidades creadas. Por ejemplo necesitamos un teléfono móvil y/o Internet para seguir el ritmo de las relaciones sociales y laborales del resto de la sociedad. Tambien esta la opulencia que consiste en el exceso brutal del lujo y es el invento mas inutil de la humanidad, pero ese ya es otro tema.

Y ya esta. Ese es todo su cometido. No te hacen mas especial, no te hacen mas listo, ni mas guapo, ni mas inteligente, ni te quitan las penas cuando son de verdad, ni te solucionan los problemas cuando son realmente importantes, ni te hace mejor que a otras personas, ni nada de nada de nada. Para todo lo realmente importante de esta vida ya tenemos lo que necesitamos desde que nacemos, la mente. Y no digo el cerebro, porque eso es un órgano, digo la mente: La mente es el nombre más común del fenómeno emergente que es responsable del entendimiento, la capacidad de crear pensamientos, la creatividad, el aprendizaje, el raciocinio, la percepción, la emoción, la memoria, la imaginación y la voluntad, y otras habilidades cognitivas. Definición de wikipedia. Y por supuesto también los sentimientos, que también salen de nuestra mente, no del corazón. Por muy bonita que sea la figura del corazón como fuente de los sentimientos.

Por tanto deberíamos reflexionar sobre como tratamos los objetos. Yo adoro mi coche porque es mi primer coche, en él perdí la virginidad, he compartido grandes momentos con mucha gente a la que quiero o he querido mucho (No me refiero solo a sexo) y ha estado presente en la mayoría de las aventuras y desventuras que he tenido en mi experiencia vital. Como conductor me ha dado grandes satisfacciones conduciéndolo y con el he aprendido mucho. Pero no voy a dejarme un dineral en conservarlo como una joya (Otra cosa igual, adorar a una piedra porque es rara de encontrar y brilla), ni voy a llorar cuando ya no lo tenga. Llegará el momento en que otro objeto lo sustituirá o desaparecerá la necesidad virtual de tenerlo (Para lo cual tendría que perder las manos para no poder conducir y no quiero que eso pase). Pues lo mismo con el resto de objetos del mundo por muy especiales que les parezcan a sus dueños o creadores.

 Así que basta. Ya esta bien. Recapacitemos sobre los esfuerzos (Recordad que el dinero solo es papel que simboliza el valor que le hemos dado a los resultados del esfuerzo que hemos realizado por ganarlo) que invertimos en obtener y conservar objetos y lo poco que nos esforzamos por cuidar nuestras relaciones con el resto de personas y con nosotros mismo (Mejorarnos a nosotros mismos, a nuestra manera de actuar, de convivir con el mundo y de pensar).

Hay una frase famosa que dice: "Tratamos a los objetos como si fueran personas y a las personas como si fueran objetos". Tiene mucha razón. Pero también hay una conversación, esta si recuerdo de donde la he sacado, de la película Infiltrados que mas o menos dice: (No es literal, no tengo tan buena memoria) "Conocía a tu padre, si te viera aquí hablando conmigo me mataría. Podría haber sido lo que quisiera, pero trabajaba en el aeropuerto. A tu padre no le importaba el dinero y no hay nada que hacer con una persona así." El que habla es el mafioso podrido, despiadado y sádico. Lo que le esta diciendo al otro personaje lo honrado de la vida que eligió su padre a pesar de ser una familia de criminales de poca monta, desde su punto de vista de capo mafioso y asesino. Y también tiene mucha razón. Cuando lo material es lo ultimo en tu lista de prioridades eres mas libre de vivir como tu quieras. Y yo quiero ser buena persona, al menos lo intento.

Así que vosotros elegís: Ser de los que tratan a las personas como objetos o ser una persona a la que no se le puede envenenar con dinero ni objetos monetariamente valiosos. Seguro que los mas materialistas pondrían mil pegas a mis argumentos y me llamarían iluso. Pero yo voy a sentirme pleno, orgulloso y a gusto conmigo mismo mientras siga así y ellos van a sentirse resentidos y amargados, ignorantes. Que digan lo que quieran, pero al final eso es lo realmente importante en la vida.

Termino ya con una ultima cita. Una ocasión mi padre me estaba arengando a que estudiara mucho para que un día llegara a ser un ingeniero importante con mucho dinero, muchos coches caros y una vida muy cómoda. Entonces le preguntó su opinión a mi madre y dijo: "Yo solo quiero que seas buena persona, se lo que quieras, pero buena persona".

Es lo que es

Y lo sabes porque cuando ella aparece te ablandas y su mirada te inspira.