sábado, 23 de marzo de 2013

Como pez en el barro. Inmigracion.

Mi experiencia trabajando en el extranjero ha sido una de las mas enriquecedoras de mi vida. Aprendí mucho de Italia, de mi, del trabajo, de mis compañeros y de las personas en general.

Una de las lecciones que mas se me grabó en la cabeza fue la de la situación como inmigrante. Como tal yo era un trabajador que le costaba comunicarse con los demás, igual que cualquier otro inmigrante de otras nacionalidades. Pero no eramos iguales, la nacionalidad determinaba el trato de muchos. La nacionalidad mas común entro los inmigrantes en los empleos mas corrientes es la rumana.
Por ello cuando estaba trabajando y llegaba alguna persona al taller (Comercial, cliente, cotilla...) siempre me tomaban por rumano y lo primero que hacían era ignorarme o mirarme por encima del hombro o ponerse a hablar, con otra persona que no sabia de donde era yo, sobre mi. Muchas veces con obvio todo burlesco.
A continuación le preguntaban a alguno de mis compañeros, el mas cercano, sobre el rumano nuevo.

¡ABRA CADABRA! La magia se sucedía, se volvían sonrientes a tenderme la mano, se presentaban y exclamaban cosas como ¡ah! espagnolo o ¡bella la Espagna! o ¡forza Alonso! (Por la F1) o ¿Real Madrid o Barca?
También los había que me trataban con la misma cordialidad o la misma indiferencia independientemente de mi lugar de nacimiento.
Yo callaba y no decía nada, cuando alguien me hablaba respondía amablemente, alguna broma con los mas asiduos y poco mas.

Cuando coincidía con personas de nacinalidades rumana, búlgara, etc. me saludaban y el hecho de ser ambos inmigrantes daba pie a breves, útiles y agradables conversaciones sobre la dificultad de cada uno para adaptarse a la idiosincrasia italiana. Algunos se les notaba interesados o cotillas, otro eran muy simpáticos y me daban consejos y alguno pasó de mi y yo de el. No se que tal eran como persona, tampoco me importaba. NUNCA me sentí superior a ellos.

Mi conclusión: el racismo, la xenofobia, la mezcla de ambas (O lo que fuera que les movía a comportarse así a aquellos italianos) es brutalmente absurdo desde sus mas leves formas.








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