lunes, 2 de marzo de 2015

Como pollo de engorde sin cabeza.

Cuando miro el desarrollo de la humanidad a lo largo de la historia me viene a la mente una secuencia muy concreta de la genial película de Miyazaki, La princesa mononoke.
No puedo evitar pensar que el ser humano es una plaga o un virus. Es como ese dios al que dejan sin cabeza los cazadores. Herido de muerte pero inmortal se expande y multiplica sin control, de manera amorfa, envenenando todo lo que toca.

Creemos absoluto nuestro desarrollo, siempre pensamos que estamos en el momento culmen de nuestra civilizacion. Pero lo cierto es que acabamos de salir de la cueva. Aunque hay cierta mejoría o evolucion en algunos sitios y entre algunos individuos, tenemos los mismos problemas que hace miles de años, solo que con mas distracciones.

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